
Érase una vez un rey y una reina que aunque vivían
felices en su castillo ansiaban día tras día tener un hijo. Un día, estaba la
Reina bañándose en el río cuando una rana que oyó sus plegarias le dijo.
- Mi Reina, muy pronto veréis cumplido vuestro deseo. En menos de un año daréis
a luz a una niña.
Al cabo de un año se cumplió el pronóstico y la Reina dió a luz a una bella
princesita. Ella y su marido, el Rey, estaban tan contentos que...